por Marta Gordillo

La ley de Salud Mental de 2010, que plantea el año 2020 como la fecha límite para cerrar los manicomios en Argentina, tiene como antecedente distintos movimientos y experiencias antimanicomiales que se dieron en el país y en otras regiones de Latinoamérica y el mundo, pero básicamente parte del proceso de desinstitucionalización de los años 60 y 70 en Italia.
“Las experiencias en el mundo sobre desmanicomialización o desinstitucionalización tienen sus primeras referencias en el movimiento italiano de la reforma basagliana de los años 60 y 70, una reforma que surgió años después de la posguerra”, precisó Ana Tisera, psicóloga del Borda y docente de la UBA con una larga trayectoria en la práctica y el pensamiento sobre la desmanicomialización.

El psiquiatra italiano Franco Basaglia, quien inició y lideró el movimiento de la psiquiatría sin manicomios, estuvo a cargo del hospital psiquiátrico de Gorizia , en Venecia entre 1961 y 69, donde implementó prácticas humanitarias, y luego fue director del hospital psiquiátrico de Trieste, en la década del 70, que culminó cerrándolo.
“A partir de su intervención que es sumamente política, lo que logra es un cuestionamiento muy fuerte del hospital y finalmente el cierre definitivo. El escribe un texto ‘La institución negada’ que es el testimonio de su trabajo en Gorizia y Trieste donde plantea que la atención de la salud mental debe realizarse sin la existencia del manicomio, que el manicomio no es un dispositivo que cure sino que termina enfermando o tiene efectos iatrogénicos sobre las personas”, precisó Tisera.
Basaglia se pone a la cabeza del movimiento antisiquiátrico y retoma algunas ideas del filósofo y psicólogo francés Michel Foucault y la antipsiquiatría inglesa y forma parte de un movimiento político que desemboca en la ley nacional 180 del 78 en Italia que prohíbe los manicomios y ordena que deben ser cerrados y sustituidos por dispositivos comunitarios.
En la década del 70 también se va a dar en Latinoamérica una propuesta de avanzada con la ley nacional en Brasil de 1978.
Tisera recordó que muy pocos países de Europa y América se plegaron a este movimiento, algunos lo hicieron con más fuerza como España e Inglaterra, en tanto en Francia continuaron los hospitales monovalentes. “No obstante -destacó- después del empuje de todo este movimiento, que es apoyado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Francia se va a plantear la psiquiatría de sector y también van a haber dispositivos comunitarios, pero la propuesta que profundiza este concepto es la italiana basagliana” .
La OMS tomó esta propuesta en los 90 y también, particularmente, la Organización Panamericana de la Salud (OPS): “se va a plantear la Conferencia de Caracas en 1991 donde participa la Argentina, y la OPS insta a que todos los monovalentes, psiquiátricos o manicomios de la región sean cerrados y sustituidos por dispositivos comunitarios”, señaló la psicóloga.
Argentina y la desmanicomialización
En Argentina el camino hacia la desintitucionalización arranca con la declaración de Caracas, y tanto esta declaración como la ley italiana y la brasileña son nacionales. Todas plantean este tema como “política pública, teniendo como basamento los derechos humanos. Es retomada en la región, fundamentalmente en Brasil y Argentina luego de la apertura democrática, que en Brasil es anterior a nuestro país”.
Vertientes: ¿Qué pasó a lo largo de los 20 años entre la declaración de Caracas, en que Argentina se inscribe en esa línea a favor de la desmanicomialización y la promulgación de la ley de 2010?
“La ley es el texto de conclusión de muchas experiencias que se vienen realizando, previos a la dictadura militar de 1976 a 1983, experiencias con comunidades terapéuticas de los años 60 que se dieron en nuestro país y que fueron acalladas y reprimidas por la dictadura”.
“Con la apertura democrática comenzó un fuerte cuestionamiento a la institución psiquiátrica y al poder médico hegemónico representado por la psiquiatría como única disciplina que maneja la problemática. Entonces se crea el campo de la salud mental donde confluyen distintas disciplinas”.

“En los años ’80 -continuó- se retoman estas ideas; yo entré al hospital Borda y el director de Salud Mental era Vicente Galli, que estaba en esta línea de desintitucionalización, pero la corporación psiquiátrica y los laboratorios tuvieron mucho más poder que estas ideas”.
Mientras tanto, en el 91 en la provincia de Río Negro “se da un proceso de desmanicomialización profundo, cierran su pequeño manicomio y se da una experiencia que permitía evaluar cómo era el proceso de personas que atravesaban una problemática mental sin una internación, eso daba la muestra de la posibilidad como política pública y avanzó en Santa Cruz, Chubut y Río Negro, donde no hay hospitales monovalentes. Este proceso fue previo a la ley de Salud Mental”.
La otra experiencia que hubo por esos años fue la del Programa de Rehabilitación y Externación Asistida (PREA) del Hospital Esteves en Temperley, en la provincia de Buenos Aires, que desde 1999 trabaja por la reinserción de los pacientes. “Muchas mujeres lograron alquilar casas en toda la provincia y tuvieron mucho impacto a nivel social “, dijo Tisera.
Esta experiencia inspiró a Adrian Suar para hacer ‘Locas de amor’ en 2004, una serie que trata de una casa de medio camino de mujeres.
El PREA es un programa que logró externar cerca de 70 mujeres que alquilaron casas entre varias. Todas habían estado internadas en el Esteves, uno de los hospitales monovalentes que hay en la provincia de Buenos Aires.
Llegó el nuevo siglo y con él, este movimiento que venía siendo sostenido desde una perspectiva de derechos humanos ”va a estar acompañado por otros movimientos como el feminista, el cambio de paradigma en les niñes y la protección de derechos. El cambio de paradigma tutelar se da en distintas áreas”, expresó la especialista.
Son las leyes llamadas 26 mil que corresponden a un periodo político determinado donde hay una gran avanzada de leyes que se sostienen en la defensa de los derechos, por ejemplo el matrimonio igualitario y el de identidad de género.

Vertientes: ¿Cómo se refleja esta situación, este clima político, concretamente en la psiquiatría y el tema de la desinstitucionalización, mientras continúan las políticas manicomiales del viejo pensamiento positivista?
“Por eso hablamos de un cambio de paradigma, hablamos de campos de tensión, no es una vuelta de página, por eso decimos que la voz por ejemplo de les niñes tiene valor y sin embargo siguen siendo detenidos en comisarías o vulnerando sus derechos más graves. La enunciación de derechos tienen que ver con la ausencia de esos derechos, es justamente cuando no da más, por eso hablamos de un despliegue histórico y de una tensión”.
En este sentido, Tisera precisó que “esas leyes fueron y vinieron, porque la idea de si la salud es una mercancía o un derecho es una discusión que se da en todo el mundo, y cada vez que hay una avanzada de las políticas neoliberales acá y en todo el mundo estas ideas nuevas tambalean porque prima la idea de una salud como mercancía. Por eso en la etapa política neoliberal reciente el Ministerio de Salud baja de categoría y se desarmaron todas las políticas que tenían que ver con trabajo comunitario”.