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Históricos “cuatro días locos” llegan con streaming e imágenes que agitan la alegría del carnaval

El carnaval porteño late y engalana la ciudad aunque sufre la ausencia de los desfiles callejeros


por Marta Gordillo


Carnaval porteño (foto Télam)

La fiesta del dios Momo ya está en los barrios de la Ciudad. El sábado 13 y domingo 14 de febrero, junto a los feriados de lunes y martes de carnaval, irrumpen como “los cuatro días locos”, uno de los momentos en que la celebración no para de girar, y despliega su magia y su mística al compás del sentir murguero.


Son esos cuatro días de diversión y transgresión que vivieron, en distintos momentos de nuestra historia, la prohibición y persecución de gobiernos autoritarios y el olvido de gobiernos democráticos, pero que desde 2010 recorre en cada febrero todos los rincones del país.


Aunque este febrero es diferente, el brillo del carnaval dice presente. Con la distancia social y barbijo, con las caras pintadas y lentejuelas brillando en los trajes, las murgas salen los próximos cuatro días de carnaval y los siguientes fines de semana de febrero, a cantar y bailar en escenarios virtuales que se podrán ver por streaming en vivo, a través de la plataforma digital Vivamos Cultura del gobierno porteño.


Carnaval porteño (foto Télam)


A su vez, por el canal de YouTube Carnaval en los barrios las murgas transmiten desde comienzos de mes los “Escenarios del carnaval porteño”, donde cada espectáculo está armado por cinco murgas diferentes que componen la estructura de una representación de carnaval sobre un tablado, con una canción de presentación, una glosa, una o dos críticas, un homenaje y una retirada.



Las plazas y parques donde tradicionalmente hay corsos, este año cuelgan banderines como símbolo, con “cuatro banderines cuatro” que vinieron a decir “acá estamos con la alegría y el brillo del carnaval”.


Por su parte, radios y redes de distintos circuitos abrieron sus micrófonos a las agrupaciones para contar y cantar sus historias de carnaval.


Murales pintados, llamados “murgales”, en lugares emblemáticos de las murgas y de esta fiesta popular que históricamente convoca a miles y miles de vecinos en cada barrio porteño y aglutina a más de 15 mil artistas del carnaval, también comenzaron a embellecer con formas, colores y símbolos el paisaje urbano.


Asimismo, una colección de fotos alusivas al festejo recorrerá plazas y espacios culturales buscando rescatar momentos y escenas carnavaleras bajo la consigna “no me sueltes carnaval” , imágenes que también se podrán seguir y ver en forma virtual.


Redes del carnaval porteño


Este armado de los festejos del carnaval 2021 corona la labor de casi todo el año pasado, en que las murgas fueron construyendo en reuniones virtuales la idea de un “carnaval alternativo”, que luego lo presentaron al área de Cultura de la Ciudad y confluyeron en un extenso cronograma de festejos.


Carnaval porteño (foto Télam)



Claro que hubo que dejar de lado, ante las adversidades de la pandemia, una de las esencias del carnaval: el encuentro callejero de vecinos y artistas, con desfiles de murgueros que emocionan con su movimiento y dejan en cada corso, en cada barrio, el alma y la magia de ese baile alocado y sentido, de esas percusiones envolventes y ese canto pegado al micrófono que se presenta, que homenajea, que critica sin concesiones, y que se retira con pena y promete volver.


Carnaval porteño (foto Télam)


Otra de las actividades que comienzan en este febrero y continuarán durante el año tiene que ver con un proyecto que busca identificar lugares históricos, esquinas, casas, clubes, donde se fue construyendo la historia del carnaval porteño, con canciones, personajes y diferentes acontecimientos, que dejaron “huellas de carnaval”. En esos espacios se irán colocando placas recordatorias.


La histórica pelea por la vuelta de los feriados de carnaval


Los feriados de lunes y martes de carnaval y la fiesta de todo febrero habían sido borrados del almanaque en 1976 por la última dictadura militar, y tras años de peticiones y movilizaciones callejeras el reclamo de las agrupaciones de carnaval se hizo realidad, primero en la ciudad de Buenos Aires y finalmente en 2010 en todo el país.


En la Ciudad, la ordenanza 52039 de octubre de 1997 declaró "patrimonio cultural las actividades que desarrollan las agrupaciones artísticas de carnaval", y en abril de 2004 se sancionó la ley 1322 que estableció "como no laborables los días lunes y martes de carnaval de cada año”.


A mediados de los ’90 las murgas porteñas comenzaron a organizarse para pedir la derogación del decreto nacional de la dictadura y a medida que llegaba cada febrero y seguía vigente la prohibición, se iba haciendo cada vez más fuerte el reclamo por la vuelta de los feriados.


Las marchas se agigantaban recorriendo el centro porteño, con estandartes, banderas, muñecos gigantes, levitas cargadas de lentejuelas y los bombos con platillo, y se convertían en una verdadera fiesta, a la que más de una vez se las denominó “carnavalazo”.


Marcha por el feriado de carnaval

(foto venganzadelospobres )


En ese marco, se creó la Agrupación Murgas (Murgas Unidas Recuperando Alegría Siempre), nucleando a gran cantidad de agrupaciones artísticas porteñas, que logró ser faro en la lucha por la defensa del carnaval y el crecimiento de este espacio de expresión popular.


Las murgas fueron las que, desde los barrios en su mayoría, con un sentido cultural y social, y otras surgidas de talleres, afianzaron y dieron continuidad a la historia del carnaval porteño que la dictadura había intentado quebrar.


"Por la restitución del feriado nacional de lunes y martes de carnaval. Por la derogación del decreto militar que en junio de 1976 quitó del calendario argentino la tradicional fiesta de carnaval. Que se declare patrimonio cultural de la nación a las agrupaciones de carnaval que recrean los géneros típicos de cada región", eran los principales ejes del reclamo de la Agrupación Murgas.

Un reclamo planteaba , como lo expresan las publicaciones de entonces, ”la necesidad de rescatar la memoria y la identidad popular que sucesivos gobiernos autoritarios pretendieron sumir en el olvido”, y rescataba "el quehacer de miles de artistas populares del carnaval que son la expresión de esa tradición y de nuevas inquietudes artísticas”.


A su vez, surgieron agrupaciones de carnaval en La Plata que a fines de cada año realizaban multitudinarias y coloridas marchas por el feriado de carnaval, en Santa Fe, en la localidad de Suardi con Encuentros Nacionales de Murgas, en provincia y ciudad de Buenos Aires con el Movimiento de Murgas Independientes, en Córdoba, en Río Negro, Salta, Mendoza, en el sur del país.


El reclamo por el feriado de carnaval se había extendido a todo el país, pero la prohibición seguía impidiendo el festejo de los “cuatro días locos”, hasta que el 3 de noviembre de 2010 volvieron los feriados de carnaval después de 34 años y tras las multitudinarias marchas carnavaleras de cada febrero.


El proyecto de restitución de los feriados había sido enviado por el Ejecutivo nacional a la Legislatura dos meses atrás, y a partir del 2011 el festejo se hizo eterno.



Por la vuelta de los feriados. Murgueros en

Casa Rosada (foto auno. 2010)

Ese sentir murguero


Murga y carnaval, historias que vienen de lejos y encuentran en febrero el despertar de una sensación que se agita y busca movimiento, que marca un pulso, se libera y se pierde en la emoción con su gente, con el público, y la pasión lo atrapa, y la magia lo transporta.


El momento en que está la murga armada en la calle pendiente del silbato para empezar a desfilar y los bombos rompen la tensión de la espera, ese momento, es el inicio de un viaje de magia que ilumina la noche y que no para hasta el fin del carnaval.


Ese es el sentir de las y los murgueros, que buscan encontrarse con el barrio, en ese lugar único, que los sumerge y contiene, y los vuelve nostálgicos e inquietos en este febrero sin razón.


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