Como nunca antes, debido a nuevas metodologías de trabajo y un sistema más perfeccionado, existe la expectativa de avanzar en forma más acelerada con nuevas restituciones de nietas y nietos robados y apropiados por los genocidas de la última dictadura cívico, militar, empresarial, eclesiástica.

Por Marta Gordillo
Las Abuelas de Plaza de Mayo llevan 45 años investigando, buscando, haciendo llamados a la sociedad para que la población colabore ante dudas e incertidumbres sobre la identidad propia o de otra gente, y hasta ahora lograron recuperar 132 nietos y nietas; los dos últimos en diciembre de 2022, con una semana de diferencia, convirtiéndose en las primeras restituciones después de la pandemia, después de tres años y medio.
“Fue el tiempo más largo que pasó sin encontrar ningún nieto, y pasó con mucha preocupación, pensando que no se podía avanzar, y el haber encontrado estos dos nietos nos dio una alegría enorme y mucha fuerza para seguir adelante”, dijo a Vertientes del Sur Victoria Montenegro, actual legisladora porteña que, secuestrada en enero de 1976 junto con sus padres a los pocos días de haber nacido, recuperó su identidad 24 años después.

Así como la epidemia del Covid paralizó al mundo durante un tiempo, también frenó tanto las restituciones de nietos como la demanda de gente que iba a Abuelas o a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) en busca de su identidad.

“Desde 2010 un promedio de 800 personas al año aproximadamente se presentan espontáneamente, salvo en 2020 por el tema de la pandemia, pero después se retomó el ritmo y seguimos igual que los años anteriores”, dijo Manuel Gonçalves Granada, secretario ejecutivo de la Conadi y nieto restituido en 1997, durante una charla con esta web. Una cifra que sorprende. “Pensá que durante la dictadura nacieron 4 millones de personas”, añadió.

No obstante, y a medida que avanzaba la pandemia, los organizaciones que trabajan por la restitución y el derecho a la identidad fueron desarrollando nuevas estrategias y herramientas y fueron precisando una metodología de trabajo conjuntamente con distintos organismos del Estado.
“Nunca pasó que en tan poco tiempo aparezcan dos nietos”, destacó por su parte la primera nieta restituida a comienzos de 1980, Tatiana Sfiligoy Ruarte Britos Acevedo, trabajadora de la Secretaria de Derechos Humanos, en el Consejo Federal, que recientemente se trasladó a la delegación Entre Ríos en el marco de una apuesta de Abuelas al trabajo en las provincias, con la red por el derecho a la identidad, “una apuesta fuerte a poder trabajar territorialmente en las búsquedas locales”, precisó.
Cambios en la búsqueda de nietos y nietas desaparecidos por la dictadura
“Se encaró un trabajo hacia adentro, muy profundo aprovechando la pandemia, y eso dio sus frutos. Esto abre muchas expectativas de poder acercarnos al resto de los nietos que faltan, es lo que estamos viendo ahora con estos dos casos nuevos, eran investigaciones que se venían realizando hace años”, enfatizó Tatiana.

Expresó que tienen la esperanza de que este año aparezcan muchos nietos más por el trabajo que se viene dando desde el Estado, “esto es algo más nuevo porque se pudo profundizar sobre los casos que quedaron de alguna manera suspendidos debido a que no se podían terminar de precisar; en este último caso se pudo precisar porque falleció el apropiador y se hizo una exhumación que permitió corroborar que no era el padre biológico; y como junto con la mamá desaparecen todos los hermanos, era muy difícil contar con familia biológica que estuviera viva, y esto pasó en muchos casos”.
Por su parte, Manuel destacó que esas nuevas herramientas tienen que ver con el intercambio de la información en forma virtual, con el trabajo de coordinación entre la Conadi, el Banco Nacional de Datos Genéticos, la Procuración y Abuelas en temas como “revisar los grupos familiares en el banco de datos y cómo estaban constituidos esos grupos y qué faltaba hacer para completarlo, y ahí el banco sugería cuando faltaba carga genética y accionábamos el trabajo”.
Vertientes-¿Hay muchos casos en investigación en estos momentos?
Manuel -Si hay muchos casos, muchos que están en la órbita judicial y muchos otros que están en investigación que van a ir a la justicia porque no lo podemos resolver, sino nosotros tratamos de resolverlo convocando a la persona, mostrando la prueba documental y proponiendo el análisis, eso sólo lo hacemos en los casos en que las pruebas documentales nos afirman claramente que ahí hubo irregularidades, o una documentación que no respalda otra, algo de eso tiene que pasar para que nosotros tomemos contacto con una persona y le planteemos la hipótesis de que no es hijo de quienes lo criaron. Los indicios tienen que ser altos.
Vertientes- ¿Todos los últimos casos fueron judicializados?
Manuel- Si, los últimos nietos restituidos fue a partir de procesos judiciales. Hay dos vías que hacen que encontremos a alguien, los que se presentan espontáneamente que son las personas que dudan de su identidad y vienen, que es producto del llamado que hacen históricamente las Abuelas; es un trabajo que después se articula con el Estado y el Estado es el que toma la responsabilidad de mucho de lo que hay que hacer para tener una respuesta.
Por otro lado, están los casos que nosotros investigamos y tratamos de encontrar, que no se trata de gente que haya venido buscando su identidad, sino que recibimos la información que dice que tal persona podría no ser hijo de esa familia que lo crió y a partir de ahí se abre la investigación. Nosotros hacemos un trabajo articulado entre la ong, generalmente Abuelas, que recibe esa información o que la recibió hace muchos años, y las herramientas del Estado ya que tiene la capacidad de llegar a determinados lugares que a veces por cuestiones legales la ong no puede llegar.
Vertientes - ¿Cuándo interviene la justicia?
Manuel- En general Abuelas nos pasa la información y la Conadi hace la investigación documental más robusta donde pide toda la información posible, el grupo familiar de quienes la o lo criaron y a partir de agotada esa instancia evaluamos si es conveniente o no tomar contacto con esa persona, informarle y proponerle el análisis, a veces se hace, a veces no, depende del caso, de las circunstancias. Si hacemos eso y funciona, la persona se analiza y no hay intervención de la justicia, directamente lo enviamos al Banco de Datos Genéticos. Si evaluamos que no es conveniente hacerlo lo enviamos a la Unidad Especializada para Casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado (Uficante), organismo creado hace poco más de 10 años. La unidad puede llegar a aplicar alguna medida más que nosotros no pudimos lograr, y después lo presenta al juzgado que corresponda y hace el seguimiento de esa causa.
Vertientes - ¿Y frente a esta situación, cómo son los tiempos de la justicia?
Manuel - Es lo que más retrasa, pero lo bueno de esta forma de trabajo, que por cierto es de mucho trabajo, es que llega el caso a la justicia totalmente investigado, los jueces sólo tienen que leer la prueba y tomar la medida, que es citar a la persona y proponerle el análisis. Durante muchos años esto era al revés, y era la vía más engorrosa.
Esta nueva metodología hace que el caso que llega a la justicia se resuelve más rápido, tenemos un movimiento que lleva a que ya sabemos que tal caso se va a resolver pronto, también puede pasar que no den con las familias de desaparecidos pero la muestra queda en el Banco, se seguirá comparando si entran nuevas familias.
Durante los primeros años de la democracia fue muy difícil, no existían estos organismos ni otros en los que podían confiar Abuelas con la información que iban obteniendo, fue una época en que los apropiadores muchas veces cuando se enteraban que estaban siendo investigados se iban del país con los niños o niñas; eso cambió.

El recorrido de Abuelas de Plaza de Mayo: encuentran nietos y nietas, impulsan a la ciencia y logran derechos a nivel mundial
“Las abuelas no cesaron nunca de hacer del organismo de Abuelas una fuente permanente de trabajo y de nuevas formas de búsqueda porque al principio no existía el avance actual en materia de ciencia y todos esos caminos que hacen posible que hoy encontramos un nieto son consecuencia de la definición de este grupo de mujeres que partiendo de nuestra búsqueda salieron a cambiarlo todo”, precisó Victoria.
“No solamente salieron a enfrentar a la dictadura, no solamente a hacer de esa denuncia en ese tiempo tan complejo, tan perverso de la historia, una denuncia pública cuando acá en la Argentina no se las tenia en cuenta, iban al mundo para denunciar que habían robado a sus hijos y que faltaban muchos bebés”.
Así comenzaron, todo era muy difícil, complejo y adverso. Después esos bebés fueron creciendo; “cómo iban a hacer para encontrar esos bebés que de hecho habían nacido en cautiverio y que ni siquiera se sabía de cada uno si era un nene, una nena, si era morocho, rubio, castaño, a quién se parecía, cómo hacer en la mayoría de los casos cuando ni siquiera había fotos nuestras”, enfatizó Victoria.
Vertientes- Y ahí se abre un camino inimaginable
Victoria - El camino que se abre en materia de la ciencia, del trabajo sostenido y la responsabilidad de cada una de las abuelas hace que la abuela Raquel lea en un diario que la sangre servía para probar el vínculo de padres a hijos y ahí se les prende la lamparita, y en Estados Unidos un grupo de científicos, pensando en ellas, avanzan porque la sangre servía para comprobar el vínculo de padres a hijos, pero nuestros padres estaban desaparecidos y entonces la ciencia tenía que avanzar para comprobar el vínculo de abuelos a nietos, y lograr el índice de abuelidad. Con el retorno de la democracia se logra crear el Banco Nacional de Datos Genéticos. Eso es capacidad instalada que dejan las abuelas en términos institucionales, independientemente de que siempre las necesitamos porque Abuelas representan una experiencia de lucha pero además una experiencia de vida que es única y que es intransferible.
Vertientes - La lucha de Abuelas atraviesa a la sociedad, al Estado, al mundo.
Victoria - El Banco Nacional de Datos Genéticos depende del Estado Nacional, esta protegido por ley. La Conadi hoy trabaja no solamente en la búsqueda de los bebés que fuimos robados por la dictadura sino que trabaja también en infinidad de casos víctimas del tráfico de niños que durante muchos años estuvo totalmente naturalizado. Las Abuelas aportaron a la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño los artículos 7, 8 y 11. Se incorporan justamente por la lucha de las abuelas, el derecho a la identidad de todos los niños del mundo, porque estas mujeres salieron hace 45 años a decir que esos bebés que estábamos creciendo se nos estaba violando un derecho, que en realidad no era reconocido, porque no existía el derecho a la identidad, un derecho humano, ni para los niños argentinos ni para cualquier niño de cualquier país. Fue el trabajo de mujeres que denunciaban en los organismos internaciones que había un origen adentro de cada uno de nosotros y que eso debía respetarse, y fue tan fuerte el argumento de Abuelas que en la modificación de la Convención Internacional se incorporan estos artículos.

La descendencia y la identidad
“Ahora nosotros trabajamos no sólo para interpelar a los posibles nietos y nietas, sino a sus hijos, porque los nietos ya somos grandes y la mayoría de nosotros tenemos hijos y también es la identidad de ellos que se están vulnerando, quedan sin restituir más de 300 o 350 casos”, precisó Victoria.
En este sentido, marcó la continuidad y perspectiva de la lucha abierta y empuñada por Abuelas: “ ahí está el tema de la identidad de todos esos casos, de sus hijos y sus nietos. En algunos casos los que fuimos padres muy jóvenes, que somos tres de los nietos restituidos, somos abuelos, entonces es la generación de nuestros hijos y la de nuestros nietos. Es necesario reactivar la campaña y mantener la búsqueda siempre permanente”.
Asimismo, Tatiana también advirtió sobre la misma problemática al señalar que
hay una línea sucesoria que hace que si se vulnera el derecho de uno también se vulnera el derecho de la descendencia “y esto es algo que quizá la sociedad no lo registra como algo importante y está bueno poder profundizar por ese lado y saber que hay muchos más casos, y los judicializados son más complicados”.
Mientras la ciencia y la investigación vienen avanzando en el camino de búsqueda de las identidades robadas por la dictadura, “la justicia intenta retrasar y apostar al cansancio de los que buscan y también de los que quieren conocer su identidad, la justicia no resuelve y es seguir encubriendo, estancar todo, la justicia impide el esclarecimiento de los casos”, expresó Victoria reafirmando la importancia de las nuevas metodologías investigativas.
"Frente a tanto discurso negacionista -puntualizó- o que relativiza estas historias, es importante la memoria y la prueba en la búsqueda de identidades. El horror no terminó con la dictadura, para muchos, es vivir todos los días con un nombre que no es el tuyo, con una historia que no es la tuya”.
