Visibilizan a los luchadores comprometidos con la realidad social y política de los ‘70
por Judit Baglietto

De las diversas intervenciones urbanas que desarrollan las organizaciones barriales para la construcción de la memoria de sus vecinos detenidos-desaparecidos y asesinados en el marco de la última dictadura militar, una de las más extendidas son las Baldosas por la Memoria y Justicia que cada año suman presencia en la ciudad de Buenos Aires
Para 2005 ya eran varias las organizaciones barriales de derechos humanos que participaban de las asambleas de distintos barrios porteños, constituidas en su mayoría a partir de los sucesos del 19 y 20 de diciembre de 2001.
Fueron estas organizaciones nucleadas en “Barrios x Memoria y Justicia” las que buscando testimonios entre familiares, vecinos y compañeros de militancia, reconstruyeron las historias de vida de los desaparecidos y decidieron dejar una marca, una huella en las veredas de la ciudad donde la memoria fue floreciendo y tomó forma de baldosa.
El objetivo es al mismo tiempo reivindicar su lucha, su compromiso político, que las veredas por las que transitaron hablen de ellos, que se mantenga vivo el recuerdo de los militantes populares, que interpele a la sociedad y para que el Nunca Más, sea Nunca Más.
Fue entonces cuando el 2 diciembre de 2005 se colocó la primera de las baldosas en la Iglesia de la Santa Cruz, en el barrio de Monserrat, en memoria de las personas allí secuestradas y desaparecidas el 8 de diciembre de 1977.

“Es su deseo que cada una de las veredas por las que pasaron hablen de ellos; por tal motivo, han decidido señalar estos lugares como una huella en el suelo en su memoria”, dice la declaración 439-2005 de la Legislatura porteña donde define de interés la actividad de Barrios x Memoria y Justicia.
Poco después, en la noche del 23 de marzo de 2006, al cumplirse un año más del golpe militar, se realizó en distintos barrios de la ciudad, junto con vecinos y familiares, la colocación simultánea de autoadhesivos con los nombres e imágenes de los rostros de desaparecidos, señalizando lugares en las veredas donde luego serían ubicadas las baldosas por la memoria.
A partir de ese momento la colocación de baldosas continuó en forma sistemática hasta la actualidad en que ya hay aproximadamente 1200 baldosas solo en las calles porteñas, muchas de las cuales tienen impresos varios nombres de desaparecidos.
El 19 de junio de 2008 la Cámara de Diputados de la Nación, a través de la Comisión de Derechos Humanos y Garantías, y por expediente 1714-D-2008, también declaró de interés las actividades que llevaban a cabo Barrios x Memoria y Justicia.
La reconstrucción colectiva de la memoria fue plasmada en tres primeros libros donde se recopilaron las actividades de estas organizaciones barriales entre 2007 y 2013, que fueron editados por el Instituto Espacio para la Memoria.
Las primeras organizaciones barriales por Memoria y Justicia que se conformaron fueron Flores, Floresta, San Cristóbal, Parque Patricios, San Telmo, La Boca, Liniers, Villa Luro, Mataderos, Almagro, Chacarita, Colegiales, Pompeya, Villa Lugano, Villa Celina, Villa Soldati.
Luego se sumaron los barrios de Balvanera, Barracas, Palermo, Belgrano, Núñez, Villa Crespo, Paternal, Saavedra, Coghlan, Villa Pueyrredón, Villa Urquiza, Boedo Caballito, Villa Devoto, Villa del Parque, Villa Santa Rita y Villa Gral. Mitre.

La conformación de estas organizaciones es dinámica al igual que las actividades que realizan; algunos barrios trabajan por comunas, en otros casos una misma comisión está integrada por dos barrios, y cuando un barrio no tiene organización las baldosas son tomadas por comisiones ya constituidas
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¿Pero cuál es la peculiaridad de las baldosas que se distinguen de otras marcas?
Las baldosas se construyen artesanalmente, con cemento y arena a partir de un bastidor que mide 60 x 40cm, que con una terminación de ferrite que da color al cemento, piedras, mosaicos, venecitas y pedacitos de espejo de diversos tamaños y colores, resaltan el texto y llaman la atención.
Las baldosas en su forma responden a un consenso entre los barrios. El texto habla del porqué de la colocación en ese lugar, la fecha del secuestro o asesinato, y la frase “militantes populares”, detenido-desaparecido o asesinado “por el terrorismo de Estado” según el caso, y luego la leyenda “Barrios x Memoria y Justicia”.
Las baldosas se construyen colectivamente, con familiares, compañeros de militancia y amigos de las víctimas, y unos quince días después son colocadas también en forma colectiva.
Para este acto se invita a participar a través de las redes sociales y carteles pegados en los comercios, por lo que se acercan generalmente los vecinos. Además cuentan con la adhesión de los organismos de Derechos Humanos que siempre apoyaron la iniciativa de los barrios.
Las baldosas por la memoria tienen una doble dimensión, por un lado, social al construir memoria colectiva, hacer historia para que nunca más haya un genocidio como el que vivió Argentina al igual que muchos otros países de Latinoamérica, y por el otro, una función individual, personal, reparadora para los familiares de las víctimas.
Para muchos resulta sanador poder concretar en algún sentido aquella ceremonia que les fue impedida, incluso donde llevar una flor, debido a que la gran mayoría siguen desaparecidos.
